Hablar de hambre en Querétaro incomoda. Porque, en teoría, aquí no debería haberla. Es un estado con producción agrícola, supermercados llenos, restaurantes en expansión. Y, sin embargo, 17 mil personas son beneficiarias cada mes del Banco de Alimentos de Querétaro para tener qué comer. Eso no es un logro. Es una alerta.
En 2024, el Banco de Alimentos de Querétaro acopió más de 2,900 toneladas de alimentos. Una cifra que impresiona… hasta que entiendes que gran parte de esos alimentos iban a ser desperdiciados. Recuperarlos no fue un acto de caridad. Fue un acto de justicia, porque en un sistema donde hay exceso para unos y carencia para otros, equilibrar la balanza es lo mínimo que puede hacerse. Redistribuir lo que sobra para alimentar con dignidad a quien lo necesita, no debería ser la excepción: debería ser la norma.
Gracias a esa recuperación, evitamos la emisión de 2,137 toneladas de gases de efecto invernadero. Porque el hambre y la crisis climática no son problemas distintos: son parte de la misma historia de desigualdad, indiferencia y exceso.
Y también hay cosas que celebrar: en 2024 iniciamos la construcción de una nueva sede. Un espacio que no es un “proyecto bonito”, sino una necesidad urgente para poder alimentar a más familias con dignidad. Lo llamamos Un Regalo para Querétaro, pero es, en realidad, una deuda con quienes han sido invisibles durante demasiado tiempo. Un espacio más digno, más eficiente, más justo. Porque alimentar con dignidad también significa dar lo mejor, no lo mínimo. Tanto a quienes reciben los alimentos como a quienes los clasifican, transportan y entregan todos los días.
Esto no es una historia de éxito. Es una realidad que exige participación
Si estás leyendo esto y nunca has tenido que decidir entre cenar o pagar la renta, considérate afortunado. Pero no te quedes ahí. Porque la seguridad alimentaria no es una causa de moda, es una base mínima de justicia social. Porque no estamos bien si hay familias en Querétaro que comen una vez al día. No estamos bien si toneladas de alimento se tiran por no cumplir con estándares estéticos. Y definitivamente no estamos bien si pensamos que esto solo le corresponde resolverlo al Banco de Alimentos de Querétaro.
En el Banco de Alimentos de Querétaro no trabajamos para “ayudar a los que menos tienen”. Trabajamos para terminar con un sistema donde el desperdicio convive con el hambre en la misma calle.
Necesitamos manos. Necesitamos conciencia. Necesitamos acción.
Cómo puedes sumarte (sin pretextos):
- Dona alimentos o dinero: lo puedes hacer aquí.
- Participa como voluntario. Puedes hacerlo solo, con tu familia o con tu empresa.
- Difunde. Síguenos en redes sociales y ayuda a que más personas entiendan lo que realmente pasa.
- Escucha nuestro podcast Mesa Abierta por Hambre Cero si quieres entender desde adentro lo que significa esta lucha diaria.
Además, puedes conocer el Informe Anual completo aquí y consultar más recursos informativos.
El reto no terminó. Solo cambió de forma
Este 2024 se lograron muchas cosas. Pero no es suficiente. El objetivo es claro: llegar a Hambre Cero en Querétaro. Eso no significa eliminar el hambre de la noche a la mañana, sino construir las condiciones estructurales para que nadie tenga que depender del azar para alimentarse.
El Banco de Alimentos de Querétaro no busca hacer más asistencialismo. Busca transformar un sistema que normaliza la desigualdad. Y para lograrlo, cada aportación —grande o pequeña— suma.