La mala alimentación puede generar enfermedades cardiovasculares tales como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer y diabetes. Es por ello que la mala alimentación es uno de los principales factores de riesgo para la aparición de este tipo de enfermedades.
Además padecimientos como la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad se relacionan directamente a la mala alimentación y cualquiera de estos padecimientos terminarán desencadenando en la aparición de enfermedades como las ya mencionadas, es por ello que no solo basta con comer sino llevar una alimentación completa y balanceada.
Existen cuatro tipos principales de desnutrición: emanación, retraso del crecimiento, insuficiencia ponderal y carencia de vitaminas y minerales. Siendo los niños los más vulnerables a padecerla e incluso llegar a la muerte, si te interesa este tema te recomendamos este artículo sobre ¿qué es la desnutrición infantil? que puede serte de ayuda.
Por otra parte el sobrepeso y obesidad son la acumulación en exceso de grasa que afecta directamente a la salud. Para poder llevar un control y medir esa acumulación de grasa existe el indicador IMC (índice de masa corporal) que permite llevar una relación entre el peso y la talla promedio de una persona. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.
Según la OMS aquellas personas con un IMC igual o superior a 25 se encuentra en sobrepeso mientras que las personas con un IMC igual o superior a 30 en obesidad, siendo las mismas medidas para cualquier adulto sin importar su edad o sexo, ya que en el caso de los niños si debe considerarse su edad para poder determinar si se encuentra en sobrepeso u obesidad.
En el año 2016 se calculó que un 39% de los adultos de 18 años o más tenían sobrepeso, mientras que un 13% tenía obesidad, cifras que han ido en aumento en los últimos años.